La casa cruzada está ubicada en una zona de huerta, en la periferia al oeste de la ciudad, lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la tranquilidad.
La vivienda, de una sola planta, está compuesta de dos volúmenes colocados perpendicularmente entre ellos, que permiten definir y diferenciar las estancias. Así, la zona de día, que conecta el salón-comedor-cocina se encuentra orientada al sureste, y la zona de noche, que es más privada, al noroeste.
Se da prioridad a los espacios exteriores, por lo que todas las zonas interiores se vuelcan a la piscina a través de unas grandes puertas correderas, que no sólo ayudan a que pase la luz del sol sino también a disfrutar de las vistas.