Se trata de un edificio residencial entre medianeras ubicado en Churra, Murcia, que se organiza en cuatro apartamentos distribuidos en dos plantas mas ático y un garaje ubicado en planta baja. El núcleo de comunicación vertical, dispuesto estratégicamente en el centro de la planta, estructura la distribución de cada nivel, generando dos viviendas por planta, una a cada lado del eje.
La fachada principal se caracteriza por un juego matérico sobrio y contemporáneo, en el que se alterna el ladrillo visto con el hormigón visto de los forjados, aportando una lectura tectónica que resalta tanto la horizontalidad como la sinceridad constructiva del edificio. Esta combinación de materiales confiere al conjunto una identidad urbana que dialoga con su contexto inmediato.
En los interiores, la propuesta apuesta por una estética industrial depurada, donde se dejan a la vista texturas y elementos constructivos como el hormigón y los techos con revoltones cerámicos. Estos materiales crudos se combinan con un lenguaje minimalista en carpinterías y acabados, generando espacios sobrios, luminosos y contemporáneos, en los que predomina la amplitud y la continuidad visual.
El edificio se abre hacia un patio trasero, concebido como un espacio funcional y a la vez atmosférico, que garantiza la correcta ventilación cruzada e iluminación natural de las estancias situadas en la fachada posterior. Este recurso no solo mejora el confort térmico y ambiental de las viviendas, sino que también ofrece un remanso de calma en contraste con la densidad de la trama urbana.